Los tres tesoros del ser humano
El conocimiento de los tres tesoros (San Bao) es una de las bases del trabajo en la escuela Daoísta. Estos tres tesoros son las tres energías que conforman al ser humano. O dicho de otro modo, en el ser humano, la energía única o universal se manifiesta de tres maneras distintas.
Estas tres facetas particulares de la energía son llamadas Jing, Qi y Shen.

JING
Se lo considera la esencia del organismo, es la fuente de los cambios orgánicos. Se halla contenido en todos los fluidos y secreciones orgánicas, sobre todo en las sexuales, por lo que suele confundírselo con ellas. Es la base de la reproducción y el desarrollo orgánico. El Jing puede dividirse en dos categorías:
1) Jing ancestral o innato
Es el que heredamos de nuestros padres durante la concepción, su calidad y cantidad fijan las características individuales del individuo creado.
2) Jing adquirido
Es el producto, principalmente, de la transformación de los alimentos.

QI
Esta energía está relacionada a la vitalidad. Existen muchas clases de esta energía en el cuerpo, pero las dos principales son:
1) Yuan Qi
Traducido como Qi original, esta energía es producida en el cuerpo como resultado de la transformación de la energía Jing.
2) Zong Qi
Es el Qi adquirido, producto de la unión de la energía que captamos en la respiración más el Jing adquirido.

SHEN
Este concepto es el más vago de los tres. Se lo traduce como energía mental o espiritual, también se lo puede traducir como conciencia. Cuando esta energía se debilita se experimenta pérdida del sueño, de la memoria y de la discriminación, haciendo que nuestras acciones y pensamientos sean incoherentes e ineficaces. Esta energía también puede ser dividida en dos categorías:
1) Shen innato
Es el heredado de nuestros padres. Se lo puede relacionar de alguna manera con el inconsciente. Este shen es un tipo de memoria colectiva donde se acumulan las experiencias de los seres humanos como especie. Encierra conocimientos a los que nuestra mente superficial no puede acceder sin una larga preparación. Una forma de acceder a ella son las distintas técnicas de meditación.
2) Shen adquirido
Es nuestra mente pensante, racional, creada por nuestras propias experiencias de vida más toda la información que se nos da, sobre todo en nuestros primeros años de vida. Es aquí donde se generan ideas tales como el ego o la personalidad. En la mayoría de las personas esta función se encuentra sobreexcitada, de lo que resulta un pensamiento errante y poco claro.

La escuela daoísta subdivide el trabajo psicofisiológico en tres etapas sucesivas. En cada una de estas etapas se trabaja, principalmente, con una de las energías antes mencionadas. Esta fórmula de trabajo fue desarrollada por la alquimia interna daoísta. Podemos leer en un libro de alquimia de la dinastía Song, titulado Chuandaoji: "Conviene volver el cinabrio, y sublimar después el cuerpo. Una vez que el cuerpo está sublimado, se sublima el aliento. Una vez que el aliento está sublimado, se sublima la energía espiritual y así se entra en unión con el Dao."
Así, el primer paso es preparar la energía Jing a la que se denominó cuerpo en la cita anterior. Esto se logra, básicamente, mediante la ejercitación física intensa. Intensidad no significa aquí violencia o exceso. En esta etapa el cuerpo debe adquirir un excelente estado físico, tanto externa como internamente. La postura corporal debe ser equilibrada, los músculos firmes y flexibles, los órganos internos trabajarán armoniosamente. Los daoístas dicen: "No se pueden practicar las técnicas de longevidad sin el cuerpo de un joven". La idea es crear un cuerpo físico lo suficientemente fuerte como para albergar en él el gran cúmulo de energía que se genera en esta etapa y las siguientes, sin que se produzcan "fugas" o desordenes energéticos.

El segundo paso consiste

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Cinco Puntos Importantes en el Entrenamiento de Gongfu
Antiguamente, el entrenamiento de gongfu en el templo Shaolin se basaba en cinco puntos principales. Ellos son la mente, los ojos, los desplazamientos, el cuerpo y las manos.
La mente es el punto mas importante, si no se la desarrolla y educa adecuadamente el cuerpo no posee un guía y el artista marcial se encontrará con muchos pensamientos y sensaciones confusas cuando afronte un combate. La mente debe ser clara y concentrada, sin pensamientos que la distraigan, solo así podrá hacer que el cuerpo reaccione adecuadamente a las circunstancias externas. Cuando una persona era aceptada como estudiante en Shaolin se lo sometía a un riguroso entrenamiento de la postura Mabu por alrededor de seis meses. En todo ese tiempo no aprendía nada mas, solo debía mantener la postura por períodos de tiempo cada vez mas largos mientras realizaba alguna técnica respiratoria. El cansancio y dolor físico se apoderaban de los futuros pupilos, pero debían persistir si querían aprender algo mas. Esto, además de desarrollar la fuerza de las piernas y enseñarles la postura corporal correcta, desarrollaba su voluntad y educaba sus mentes. Los aprendices debían aprender primero a serenar sus mentes para poder relajar su musculatura después, lo que hacía que se cansaran cada vez menos. Además crecía su conciencia corporal, osea la capacidad de su mente de enfocarse sobre cualquier segmento o actividad de su cuerpo.
Los ojos están estrechamente relacionados con la mente. Estos son una de las mayores fuentes de información del exterior con que cuenta la mente, sobre todo en los primeros tiempos de práctica. Si uno no observa, no verá el blanco a atacar. Otro aspecto relacionado con los ojos es que muestran la intención y fuerza interna de la persona. En el combate deben mostrar fiereza y determinación, un proverbio de gongfu dice: "Los ojos deben golpear en primer lugar".
Los desplazamientos son la base de cualquier arte marcial. Esto es porque en las piernas comienza la mecánica corporal que desarrolla la potencia de los movimientos. Para demostrar la importancia de los desplazamientos los antiguos maestros acuñaron el siguiente dicho: "Las manos golpean tres veces, mientras que las piernas lo hacen siete veces". Cuando se habla de desplazamientos debe entenderse que este término contiene, también, a las posturas y las patadas. Las posturas correctamente balanceadas y fuertemente enraizadas son la base de los desplazamientos estables y equilibrados. Las patadas y barridos con las piernas son una parte integral de los desplazamientos y deben ser realizados tan naturalmente como si solo estuviera caminando tranquilamente.
El cuerpo es el próximo punto a desarrollar. Para los artistas marciales chinos los músculos del cuerpo deben ser lo suficientemente fuertes como para poder recibir un golpe, pero la mayoría del tiempo se los debe mantener en el mayor estado de relajación que sea posible. Cuando el cuerpo se relaja, la respiración se hace mas suave y profunda de manera natural. Cuando los músculos se relajan y la respiración se vuelve fluida, los golpes son mas rápidos y mas potentes. La cintura y la espalda deben trabajar al unísono, osea que el cuerpo entero trabaja como una unidad. El pecho nunca debe ser expandido pues la respiración se limitaría solo a una pequeña parte de los pulmones, además de provocar tensión innecesaria en los músculos. Los hombros deben estar especialmente relajados debido a que, al ser el punto de unión entre el cuerpo y los brazos, si están tensos no permitirán que la potencia del cuerpo pase a los miembros al golpear.
Las manos son el área que siempre está mas en contacto con el oponente, tanto en el ataque como la defensa. Existen dos tipos de entrenamiento para ellas. Uno es el entrenamiento de las habilidades de la mano. Este es el entrenamiento de las técnicas del estilo, donde se desarrolla un movimiento rápido, fuerte y preciso. El otro, es el acondicionamiento de la mano. Existen muchos métodos para acondicionar las manos tales como clavar las manos en arroz o arena, golpear objetos con la punta de los dedos, golpear contra sacos de arena, sostener grandes pesos con las manos en forma de garra, etc. Todos estos entrenamientos deben hacerse bajo la guía de alguien capacitado y sin enfatizarlos demasiado, pues mal hechos podrían causar pequeñas o grandes lesiones en las manos, afectando su movilidad.

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